06/04/2012

Marcos Malavia es premiado con el Kusillo de La Paz

Marcos Malavia, creador y director de la Escuela Nacional de Teatro UCB - Hombres Nuevos (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia) ha sido galardonado con el Kusillo de La Paz en la categoría Nacional al culminar la 8ª edición del Festival Internacional de Teatro de La Paz, Fitaz. El Kusillo de La Paz es un premio instituido por el Fitaz, que consiste en una estatuilla de estaño que se otorga en dos categorías, la Nacional y la Internacional, con el objetivo de reconocer a personas o instituciones por su destacada trayectoria en la actividad teatral. El “Kusillo” es un personaje de la mitología aymara directamente ligado a los bailes de La Paz.

En palabras de Maritza Wilde, directora general del Fitaz, “el premio ha sido otorgado a Marcos Malavia por su gran aporte al desarrollo del teatro en Bolivia con la creación de la Escuela Nacional de Teatro de Santa Cruz, de la que, actualmente, Malavia es titular”.

Marcos Malavia comentó tras la entrega del premio “que lo más importante al recibir este reconocimiento del Fitaz es que ya se toma en cuenta a la Escuela de Teatro como algo de pertinencia nacional, y no solo algo regional, por la labor en formación de actores que cumple ya con 7 promociones en 8 años"; y que "lo implícito en el premio es todo el trabajo logrado hasta ahora por la Escuela y por el movimiento de los actores que son parte de ella".

La Escuela Nacional de Teatro UCB – Hombres Nuevos se encuentra en el barrio del Plan 3000, en el distrito 8 de la capital del Departamento de Santa Cruz. Se inauguró en el año 2004 con el apoyo de la Universidad Católica Boliviana y la financiación de la Fundación Hombres Nuevos. Recibe a alumnos no son solo de Santa Cruz, sino de toda Bolivia e incluso otros países.

El perfil de los profesionales de este centro de formación artística tiene como base una clara metodología de trabajo y una formación que posibilita encarar un proyecto artístico de calidad a escala local, nacional e internacional. También están incluidas la solidaridad social y cultural con la realidad del tercer mundo. Otro aspecto formativo es la capacidad de trabajo, para responder a los desafíos planteados por la situación social actual.